¿Eres de los que intentan encontrarle la parte positiva a las cosas? ¿O eres más bien pesimista y enseguida te imaginas lo peor?

La RAE define el optimismo como la propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable. Tener una visión optimista tiene muchos beneficios para la salud, así que vale la pena intentar ser más optimista. Según la química, las personas con una actitud optimista tienen los niveles de cortisol (la hormona del estrés) más bajos y más cantidad de serotonina (neurotransmisor del buen humor), lo que puede asociarse con vivir más años.

“Algunas personas son optimistas por naturaleza, pero muchos de nosotros también aprendemos a ser optimistas con el tiempo. Cualquiera puede aprender a serlo: el truco es encontrar un propósito en el trabajo y la vida”, afirma Leah Weiss, Ph.D, profesora de Stanford especializada en mindfulness en el trabajo.

Así que, sigue leyendo para descubrir maneras de entrenar a tu mente para ser más optimista.

1. Da las gracias

¡Ser agradecido/a es bueno! Dar las gracias influye en tu motivación y en tu felicidad en general. Estos pensamientos, aumentan tus niveles de serotonina y disminuye el cortisol, lo que ayuda a mejorar la función inmune, reducir el riesgo de depresión y ansiedad. 

Puedes hacer un ejercicio sencillo que te ayudará a organizar tus ideas. Escribe en una libreta cada día 3 cosas por las que estés agradecido/a. Incluso ante las circunstancias más difíciles de la vida, siempre es posible reconocer las pequeñas cosas buenas que te rodean. Cuanto más te centres en la gratitud, tu mente se volverá más optimista.

2. Haz algo por alguien cada día

Independientemente de la situación en la que nos encontremos, hacer algo positivo por alguien siempre tiene ventajas, tanto para nosotros como para quien lo recibe. Los pequeños actos de bondad, dar una propina, sonreír, ayudar a alguien con las bolsas, pueden hacer que nuestra mentalidad pase de ser negativa a positiva. 

Rétate a ti mismo a hacer al menos una cosa amable por alguien más cada día, como enviar un email de agradecimiento, comprarle el café a alguien o donar a la causa que elijas.

3. Muévete y ríe

El ejercicio eleva las endorfinas, la serotonina y otros químicos cerebrales relacionados con el placer y a la vez reduce el cortisol, pues descargas las emociones negativas y despejas la mente. Prueba de hacer un poco de cardio al menos veinte minutos cada día y notarás una mejora en tu bienestar. Si te resulta difícil encontrar tiempo para ir al gimnasio, ¡hay muchos vídeos en YouTube para hacer ejercicio en casa!

¡La risa es una medicina fantástica! Ponte a ver alguna de tus comedias favoritas o incluso puedes probar el yoga de la risa. ¡Sí, has leído bien! Se trata de un método que consiste en aprender a reírse sin motivo gracias a una serie de ejercicios y de juegos.

4. Vive el momento y estate presente

Estar presente es más que un simple acto físico, tiene que ver con tu capacidad de estar presente mental y emocionalmente. Para estar presente, debes distinguir si tus pensamientos están en el pasado, presente o futuro y traerlos de vuelta al momento. Practicar mindfulness es una excelente manera de ayudar a combatir la tendencia a reflexionar sobre el estrés diario, que es un caldo de cultivo para la negatividad.

5. Expulsa los pensamientos negativos

Cuando te encuentras abrumado por pensamientos aterradores sobre el futuro, una buena práctica es expulsarlos. Por ejemplo, si te despiden del trabajo, en vez de verlo como algo negativo, lo puedes ver como una oportunidad. Solo un ligero cambio en las palabras puede cambiar la forma en que te sientes y la perspectiva que tienes sobre una situación.

Sin embargo, no olvides reconocer las cosas negativas de vez en cuando. Es importante recordar que hacer un esfuerzo por ser más optimista no significa caminar con gafas de color rosa. Si bien es bueno para nuestra salud mental ver lo positivo en situaciones, no reconocer lo negativo nos puede obstaculizar a largo plazo. Una combinación de optimismo y pensamiento realista ayuda a las personas a navegar por la vida.

En definitiva, ser optimista y positivo tiene muchas ventajas. Merece la pena hacer el esfuerzo y aplicar algunos de estos consejos a tu vida cotidiana.

¿Te ha gustado este artículo? Cuéntanos en los comentarios cómo lo haces para mantenerte optimista frente a la adversidad.