El comportamiento de los consumidores ha cambiado mucho a lo largo de los años. Antes, la relación entre marcas y consumidores era más bien unilateral: ellas sacaban al mercado nuevos productos y los consumidores compraban lo que se les ofrecía.  Actualmente, somos mucho más exigentes y por eso, las empresas de hoy quieren conocer nuestro comportamiento lo mejor posible para no tomar decisiones a ciegas, sino basándose en datos reales para ofrecer lo que mejor se adapte a nuestras necesidades. 

Tener acceso a este tipo de información es especialmente importante en los productos de primera necesidad como son los alimentos. Así que en este artículo queremos explicarte un poco más sobre el etiquetado de alimentos y darte herramientas y un par de trucos para tomar mejores decisiones de compra. ¡Sigue leyendo!

Comunicación en la alimentación: ¿para qué sirve el etiquetado de alimentos?

Según la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “el etiquetado de alimentos es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y los consumidores finales, constituyendo una herramienta clave para permitirles realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen”.  

Es decir, que el etiquetado sirve de herramienta para saber qué contienen los alimentos que compran y ayuda a decidir qué comprar de manera informada.

Cada país tiene sus directrices según las leyes, pero el Reglamento Europeo sobre Etiquetado de Alimentos, exige entre otras cosas, que éste incluya información sobre siete nutrientes esenciales: energía, proteínas, grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcar y sal, expresados siempre por cada 100 gramos o mililitros. Además, de forma voluntaria puede expresarse por porción, aunque en ese caso hay que indicar el tamaño de esa porción y las porciones que contiene el envase.

Ejemplo para conocer si un alimento tiene mucha o poca sal (por cada 100g):

• Mucha sal: 1,25 gramos por cada 100 gramos
• Poca sal: 0,25 gramos por cada 100 gramos
• Contenido reducido sodio/sal: Reducción del 25% en comparación con otro producto similar
• Bajo contenido de sodio/sal: No más de 0,12 g/100 g o ml de producto
• Muy bajo contenido de sodio/sal: No más de 0,04 g/100 gramos o ml de producto
• Sin sodio o sin sal: No más de 0,005 g/100 g o ml de producto

El carnet de identidad de los huevos

¿Has visto alguna vez que hay números impresos sobre las cáscaras de los huevos? Es un código que da información sobre cómo ha sido producido el huevo y su origen de procedencia.

Esta numeración es un dato muy útil para conocer las condiciones en que vivían las gallinas que han puesto esos huevos y cuál es la huella ecológica de esa compra. Por ejemplo, si compras huevos de tu país, deberán haber recorrido menos kilómetros en el transporte y por eso, habrá supuesto menos emisiones de CO2.

El etiquetado nutricional y el NutriScore

La etiqueta nutricional nos muestra qué nutrientes contiene un alimento en concreto y en qué cantidad. Está presente en la mayor parte de los alimentos envasados de la mayoría de países del mundo y está basada en estándares oficiales y regulaciones estatales.

El NutriScore es un sistema de etiquetado nutricional presente en España y otros países europeos, para hacer la información nutricional más clara y visible. Funciona como “semáforo”, donde el color verde es bueno y el rojo malo, es decir, que hay que evitar esos alimentos con puntuación roja. Además cada color está asignado a cada una de las 5 letras (de la A a la E), para clasificar los alimentos de manera más precisa.

Otros datos importantes al hacer la compra

Además de las etiquetas mencionadas anteriormente, existen otros datos presentes en los envases de los alimentos que no son frescos y que es muy importante consultar:

• Fecha de caducidad, consumirlos fuera de esa fecha puede ser perjudicial para nuestra salud, sobre todo cuando se trata de platos preparados o ensaladas.
• Instrucciones de manipulación, si no se tienen en cuenta las instrucciones de almacenamiento puede incidir en el desarrollo de bacterias que producen intoxicaciones alimentarias, como la salmonela.
• Advertencias sobre alergias, ayudan a conocer qué tipos de alérgenos contienen.

Apps para ayudarte en tu visita al supermercado

Ahora que ya sabes toda esta información, seguro que te estarás preguntando: ¿y para eso no hay una App? Hoy en día hay apps para todo y efectivamente, existen diversas aplicaciones muy útiles para cuando vas a comprar al supermercado. Con tan solo escanear un producto, te ayudará a conocer sus propiedades nutricionales, lo puntuará (con un semáforo similar al NutriScore). Además si resulta que tiene una puntuación negativa, te dará alternativas de otros productos más saludables. 

A continuación nuestras Apps favoritas para leer las etiquetas de los alimentos (¡son GRATIS!):  

• Yuka, a través de la cámara de tu smartphone, escanea el código de barras del producto desde la App para descubrir su composición y evaluar qué efectos tiene en la salud. Además de alimentos puedes escanear productos de cosmética en búsqueda de alérgenos que te conviene evitar.
• MyRealFood, escanea los alimentos del supermercado para conocer si son ultraprocesados o no, accede a recetas y registra tus comidas diarias.
• El Coco, igual que en las anteriores, puedes escanear el código de barras de los alimentos para averiguar la calidad nutricional de cada uno de ellos.

Todas estas apps son gratuitas e instantáneas. Su objetivo es fomentar un consumo más consciente, pues muchas veces lo que cuentan los embalajes o la publicidad de los alimentos es muy diferente a la verdadera calidad nutricional de los mismos.

¿Te ha sido útil este artículo? Cuéntanos en los comentarios si miras las etiquetas al hacer la compra en el supermercado o no.